25 de mayo de 2011

Defendiendo el uso libre del gerundio.

Esta particular forma del verbo es una Trampalabra literalmente imcomprendida. En las Escuelas de Periodismo se incita a odiarlo. ¿La razón? Estamos abusando del uso del gerundio, empleándolo en situaciones en las que no corresponde.

Personalmente opino que esto es una exageración académica y me sumaría con gusto a algún movimiento de apoyo al uso libre del gerundio. Mientras tanto, trataré de entender su uso correcto (y a mi entender, limitado).

Básicamente, explicado de forma bastante rústica, el Gerundio se utiliza cuando hay dos acciones simultáneas: para el verbo secundario utilizamos su Gerundio. Por ejemplo: conducir un vehículo mientras se habla por celular: Juan conducía su vehículo hablando por celular.

¿Por qué los gerundios son Trampalabras?

Error 1: el gerundio en acciones no simultáneas.

El gerundio funciona como si fuera un adverbio, es decir, le da una cualidad, forma o modo a un verbo principal (conducir-hablando), describiendo así dos acciones que ocurren simultáneamente.

Un primer error radica en utilizar gerundios en acciones que, en vez de ser simultáneas, una es consecuencia de la otra:
  • Frenaron bruscamente causando un accidente: 1) Frenar y causar un accidente no son simultáneas sino consecuentes. 2) Frenar-causando: causar no le da ninguna cualidad a la acción de frenar.
  • Se disparó accidentalmente muriendo pocas horas después.
  • Se enojó golpeándolo en la cara.
Curiosamente, en el Diccionario de la RAE, en la acepción de Gerundio, dice lo siguiente:
  • "Se emplea a veces en construcciones absolutas: Consultando el diccionario, descubrí esa palabra."
¿Acaso descubrir no es una consecuencia de consultar? ¿Se podría decir entonces que hay un error, precisamente en el diccionario de la RAE?

Error 2: el gerundio describiendo a un sujeto.

Otros ejemplos en donde el gerundio está mal utilizado es cuando aparece como si fuese un Adjetivo (dando cualidad al sujeto). Lo correcto es usar la forma "que+verbo":
  • Di limosna a un hombre pidiendo en la calle. (Di limosna a un hombre que pedía en la calle.)
  • Recibí un paquete conteniendo libros. (Recibí un paquete que contenía libros.)
  • Entré con un hombre dando gritos. (Entré con un hombre que daba gritos.)
  • Me encontré un perro ladrando. (Me encontré perro que ladraba.)

Error 3: el gerundio reemplazando otras formas verbales.

Los ortodoxos suelen criticar cuando una oración comienza con un gerundio en vez de un infinitivo u otro modo más apropiado.

Por ejemplo, al final de las cartas, se suele cometer el error de terminarlas con esta clásica despedida: "Esperando una pronta respuesta de su parte, le saluda atentamente..." y recomiendan sustituir "Esperando" por "A la espera".

Asimismo, existen usos equivalentes y muy extendidos, como por ejemplo:
  • Abriendo puertas.
  • Marcando el camino.
  • Generando oportunidades.
  • Defendiendo el uso libre del gerundio.
Estas frases suelen generar controversias por el uso inapropiado del gerundio, en vez de utilizar otras formas verbales que la conviertan en una oración completa. Sin embargo, se puede argumentar a favor del gerundio, tomando en cuenta que el sujeto y el verbo principal son tácitos porque se sobrentienden. ¿Es posible que se auma como error dejar tácita parte de la oración?
  • (Nosotros estamos) abriendo puertas.
  • (Esta empresa sigue) marcando el camino.
  • (Vamos a continuar) generando oportunidades.
  • (Yo sigo) defendiendo el uso libre del gerundio.
Dicen que en estos casos además se está empleando el gerundio en vez de otro modo verbal como vicio asumido del inglés. Por ejemplo, "Abriendo puertas" debería ser "Abro o Abrimos puertas". Pero es obvio que la intención no es la misma. "Abrimos puertas" es una acción presente, pero pasiva. En cambio "Abriendo puertas" también es una acción presente, pero evidentemente activa y mucho más enérgica.

Hay que entender que no se trata de un vicio heredado de ningún idioma, sino que en español también necesitamos el uso del gerundio para darle más énfasis a una acción.

En resumen: el gerundio ofrece connotaciones que otras formas del verbo no logran expresar. Argumentar que se está mal empleando es una posición antigua frente a un idioma que debe ser flexible según las necesidades de quienes lo usan.

6 de mayo de 2011

QUE con exclamación: no necesariamente lleva acento.

Si una frase empieza con Que y tiene signos de exclamación, ese Que no necesariamente debe llevar acento.

El Qué (con tilde) lo usamos en frases como:
  • ¡Qué sorpresa tan grande! ¡Qué emoción verte!
Pero en los siguientes ejemplos, no lleva tilde:
  • ¡Que no te deje el tren! ¡Que no se te escape!

¿Cuál es la diferencia?


El Qué con tilde pondera o mide la naturaleza, la cantidad o la intensidad de alguna cosa.

El Que sin tilde es el clásico pronombre relativo que une dos oraciones, una principal y otra subordinada. La diferencia es que -en los ejemplos anteriores- la oración principal está ausente porque se da por sobrentendida:
  • ¡Que no te deje el tren! (¡Presta atención al horario, para que no te deje el tren!)
  • ¡Que no se te escape! (¡Cierra la puerta para que el perro no se te escape!).